La vida un portero
Como portero aficionado, no me cabe duda de que la vida del guardameta es la más dura de todos los jugadores. Las suplencias, las derrotas, los goles encajados, los fallos que te convierten en un momento de héroe a villano, la presión de ese penalti en el último minuto, etc. Es el incomprendido, el raro, el que viste diferente, el único que puede tocar el balón con la mano, esto lo hace también ser la posción más atrevida, divertida e intrépida.
Por tanto la capacidad mental del portero es vital para su rendimiento. Un portero que tiene la cabeza fría y las cosas claras, ya tiene ganada la mitad de su rendimiento. El resto sí que sería las capacidades técnicas y físicas propias de su demarcación. Un portero no puede perder la concentración durante todo el partido. Aunque durante éste sólo le haya llegado el balón en muy contadas ocasiones, el portero debe estar atento para lo que suceda desde el primer minuto del primer tiempo hasta el último de descuento.
Por otra parte está la técnica, un jugador malo técnicamente puede suplir sus carencias con otras virtudes, como pueden ser las físicas. Sin embargo, un portero debe manejar cada uno de los campos en los que se mueve: juego por alto, juego con los pies, blocajes, despejes, salidas, etc. Cualquier error en cualquiera de estas acciones pueder ser un gol.
Esa soledad en los partidos, debe mantenerse en el partido, pero frío, ajeno a las emociones, no puede fallar, es determinante y único.
Creo que hay que tener un don especial y una valentía fuera de lo normal para querer ponerse por voluntad propia debajo de una portería y querer detener todos los balones que te llegan con cualquier parte del cuerpo, incluso con la cara.
Las personas piensa que, como cualquier futbolista, un portero nace y se hace, pero sobre todo NACE siendo portero. Los niños quieren imitar en el patio del colegio a los jugadores que marcan los goles o que dan el último pase. Quizás esto explique que en el fútbol base sea tan difícil en ocasiones encontrar un portero al que le gusta lo que hace. La mayoría de los niños que se ponen los guantes son aquellos que quieren jugar al fútbol y no tienen la capacidad suficiente para hacerlo. La ley de Darwin de la selección natural, en la que sólo sobreviven los más fuertes, comienza a actuar en edades tempranas. Pero es muy complicado que estos mini-porteros “por obligación” lleguen lejos porque básicamente no les gusta lo que hacen.
A medida que se van quemando etapas sólo los porteros vocacionales, aquellos que NACEN para esto, continúan ahí tirándose al suelo una y otra vez en cada entrenamiento y en cada partido para evitar que les marquen gol. Y es que la vida del portero no es sencilla. A pesar de que la mayoría de las superficies de los terrenos de juego ha cambiado a mejor (cada vez quedan menos campos de tierra o de piedras) ellos siguen golpeándose contra el suelo, contra otros jugadores, contra los postes de las porterías,… A lo largo de mi vida los golpes más aparatosos y alarmantes que he visto en los campos de fútbol se los han llevado los porteros. Bueno también es cierto que he visto contusiones graves en los cuerpos de delanteros y defensas. ¿Por qué? Por golpearse contra un portero. Quizás sea por todos esos golpes (algunos de ellos en la cabeza) por los que los cancerberos tienen una personalidad tan diferente al del resto de futbolistas.
Como decía antes la vida del portero no es sencilla. Siempre en un segundo plano, el portero puede ser el único jugador que no toque un balón en los 90 minutos de juego. No suele ser así, pero las estadísticas están ahí. ¿De media, cuántas veces interviene un portero en un partido de fútbol? En el 99% de los casos el portero entra en acción muchas menos veces que cualquier jugador de campo.
En mi vida he visto guardametas de mucho nivel que se han pasado la mayor parte de su carrera sentados en un banquillo esperando su oportunidad. Y lo sufren en silencio. Sin protestar. Ellos son así, jugadores que miran más por el colectivo que por lo individual. Explícale esto a un jugador de campo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario